miércoles, 17 de julio de 2013

Lo que encontró en el espejo

Buenas noches, dijo ella.
Buenas noches, dijo él.
De la mano caminaron a una nube cerca del perfume lunar, cerrando los ojos en terciopelo recordando al pasado y futuro, dibujando con misterios y curiosidades una gemida sonrisa infante.
Los conectadamente diferentes, se fueron a dormir…

domingo, 16 de junio de 2013

A escondidas

Érase una vez en el reino de los manuscritos voladores un niño que vivía con sus abuelos, ellos siempre sentados en la esquina de la realeza. Época de violines y cantos, Andrus deseaba cerrar los ojos, despertando en llamas con almas. Un buen día y después de que el silencio interrumpió el salón donde aquellos personajes merendaban, un gato que traía una carta bajo su cuello se acercó, nervioso la leyó, las palabras consumían rompiendo su catarsis, atrapando la taza de té que tenía cerca. Pidió ir a su habitación por unos momentos, el gato no sé por qué razón lo seguía; sentado en su cama mirando fijamente a la puerta entreabierta, la nieve tiñó sus manos y su corazón...
Las paredes hablan, dicen. Pero a veces no aguanto; lo observo, lo espío, bajo los arbustos, entre hojas que tapan mis miradas clandestinas. Le dije que olvidaría esta sensación, le dije que los astrónomos me lo habían comentado y hoy cuando los truenos rompan el cielo, yo intento unir nuestros brazos, sacudo la ropa, peino mi cabello, cuelgo la ropa, y él se sienta a tomar el té con tostadas cuando el sol cae, es como la percepción prohibida. Escucho las cucharas de azúcar y él cómo habla de mí sin yo saber.
Ella lo ponía nervioso. Cuando la taza se alzaba sobre los vientos, se podían a observar las ondas acercándose en los bordes y quería besarla, tocarla, aunque eso significara arrancarla de su destino.
La noche llegó, y pronto se irían a dormir. El reloj no paraba de sonar, su tic-tac estallaba subconscientemente en el pecho de cada uno, los pájaros ya no cantaban, la oscuridad cegaba, las rejas puntiagudas, ¡silencio! Cerremos despacito la puerta... Hola.
Entonces se dijo que no sería la última vez, que cuando volvieran a girar los relojes, el mundo les daría la espalda, pero no les importaba. Sin nada en la televisión ni nada que pudiera decirles lo que ellos pensaban, se liberaron de los ángeles y se ahogaron sin sus alas.

sábado, 8 de junio de 2013

Declaro que he existido



Escapé
a Venus, o quién sabe.
Leí
un abecedario perdido.
Desperté
bajo sueños baratos.
Caí
como suspiro de amor.
Mastiqué
mentiras paranormales.
Y morí
abrazando a mi unicornio.

viernes, 26 de abril de 2013

Un amor que nadie entiende



Soñemos con él;
delgada palidez,
labios finos,
cabello negro, apretado pantalón.

Busquemos por dónde se mueve
tapemos el sol con un dedo,
comamos estrellas a ver si podemos
manchemos con pintura el cielo.

Una noche, ¿cómo está? No.
Se contempló por primera vez,
cuando las pantis bipolares se conocieron,
bailando en la pista de colores.

Caminamos, sí, por calles grises
¿de la mano? También.

No olvides
que cuando comience el otoño
serás mío.
Él lo dijo.

lunes, 11 de marzo de 2013

Espejo


Si hablamos de proyección
es esa niña;
egoísta, anti-social,
apática, imaginativa y pensativa.

La conocí en esos rincones
jamás habitados,
manos refregadas en espuma
y singulares garabatos.

¿Quieres un juguete?
Gesto con el hombro de no.
¿Juguemos a la ronda?
Corre sin parar, bajo la mesa.

Es la hora de la actividad,
y ella no mira, aunque aplaude
para luego
ignorarte.

A veces llora
y pucha que llora,
queriendo que nadie se acerque,
problemas de proxemia.

Es curioso,
pero el último día
mientras pataleaba a su mamá
me vio, y se despidió con la mano.

jueves, 7 de marzo de 2013

Como lectura de cuentos


¿En qué universo
se conocen dos personas paralelamente
contrarias, descubriendo qué el sentimiento
llamado amor ha tocado sus puertas?

Se lo pregunté a la Luna
y me respondió que es posible,
se lo pregunté a Vincent
y me dijo que es de otro mundo.

Me acerqué a Muñeco,
después de los años sin dibujarlo
contándome que es imaginar,
mientras Retrovisora
me susurra que sólo es recuerdo.

Busqué a Edward en mis sueños
expresándome que es magia,
y Lestat en un rincón
escribe que es soledad invertida.

Con cuidado llamé por el teatrillo,
y un Títere se asomó despacito
leyendo en un libro que aún es un misterio.

Un niño que juega con dinosaurios
afirma que es el destino,
¿y yo?
Declaro que es ley. 

martes, 12 de febrero de 2013

Príncipe sapo

Sin querer, 
con dos sapos me encontré
mirándome con una extrañeza
más extraña que la rareza.

No quería interrumpirlos, 
pero me llamaron, 
señalándome un pequeño castillo
bajo ramas 

descendiendo en profundidades
acuáticas.

Tragué.

Avancé hacia ellos, mostrando la curiosidad
científica, realista y maravillosa
(como ese personaje de cabello blanco)
sintiendo no miedo a lo desconocido.



Me detuvieron desde mis pies
mostrándome una nota con letras manchadas,
el uno me dijo: Repítelas tres veces y el amo abrirá la puerta
y el otro me dijo: Cuando te abra la puerta, quédate quieta.

Nervios.

Y así fue…
“Algodón, algodón,
combina los colores
hasta una sonrisa formar hoy”.

Mi cuerpo paralizado, mi voz no expresaba
hasta que un hermoso príncipe se presentó;
piel pálida, cabello rubio y labios carmesí.

Me hipnotizó, dejándome caer en fantasía
llegando a mí la respuesta esperada.

Abro los ojos y ya estaba fuera
pregunté si podría decir gracias,
sin embargo, ellos me contaron que…
al príncipe puedes verlo una sola vez.